ATALAYA DE CRISTO
Atalaya de Cristo
ATALAYA DE CRISTO
El Atalaya de Cristo es quien anuncia cuando hay un peligro, nosotros como Atalayas de Cristo es nuestro deber anunciar lo que está por venir, no son cosas nada buenas que viene para la humanidad, nada se mejorara, esto ira de peor en peor, la Tierra la hemos destruido, esta contaminada a raíz del pecado, ya no puede más el único que podrá sanar la Tierra será nuestro Señor Jesucristo.
De ahí nadie podrá hacerlo, el diablo quera pero no podrá, tendrá un espacio de 7 años, pero de nada le servirá, ya que el único que podrá sanar la Tierra y la humanidad será nuestro Señor Jesucristo, somos los atalayas de Cristo, hay que alerta a la humanidad que vienen cosas nunca antes vista, a raíz del pecado que ha hecho caer a la humanidad y la Tierra, nuestro Señor Jesucristo viene pronto.
Un atalaya cuando veía un peligro venir anuncia al pueblo, para que se preparara, lo mismo es la Iglesia del Señor, Dios nos dejó su palabra para apercibir de lo que viene en esta generación, que profética ya que hemos visto al pueblo de Israel florecer como la higuera, nuestro Señor Jesucristo viene pronto, apercibidos amigo/a y hermano/a en Cristo.

33:1 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
33:2 Hijo de hombre, habla a los hijos de tu pueblo, y diles: Cuando trajere yo espada sobre la tierra, y el pueblo de la tierra tomare un hombre de su territorio y lo pusiere por atalaya,
33:3 y él viere venir la espada sobre la tierra, y tocare trompeta y avisare al pueblo,
33:4 cualquiera que oyere el sonido de la trompeta y no se apercibiere, y viniendo la espada lo hiriere, su sangre será sobre su cabeza.
33:5 El sonido de la trompeta oyó, y no se apercibió; su sangre será sobre él; mas el que se apercibiere librará su vida.
33:6 Pero si el atalaya viere venir la espada y no tocare la trompeta, y el pueblo no se apercibiere, y viniendo la espada, hiriere de él a alguno, éste fue tomado por causa de su pecado, pero demandaré su sangre de mano del atalaya.

33:7 A ti, pues, hijo de hombre, te he puesto por atalaya a la casa de Israel, y oirás la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte.
33:8 Cuando yo dijere al impío: Impío, de cierto morirás; si tú no hablares para que se guarde el impío de su camino, el impío morirá por su pecado, pero su sangre yo la demandaré de tu mano.

33:9 Y si tú avisares al impío de su camino para que se aparte de él, y él no se apartare de su camino, él morirá por su pecado, pero tú libraste tu vida.