LA SANA DOCTRINA
“Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio”
2ª Timoteo. 4:5.
LA SANA DOCTRINA
Desafortunadamente, muchas personas van a la iglesia a veces solo para cumplir con alguna exigencia o para sentirse mejor. En muchas ocasiones pastores y maestros, para ganar y retener a la gente, diluyen la palabra de Dios hasta convertirla en una charla que es dulce al oído.
Este fenómeno que afecta a muchos creyentes e iglesias ha sido un problema desde los tiempos Bíblicos. Es por ello que la palabra de Dios nos insta a mantenernos firmes en la sana doctrina y no desviarnos. He aquí cuatro indicaciones para lograr esto.
1- NO PIERDAS LA CABEZA:
La palabra griega para “sobrio” significa literalmente “estar libre de contaminantes”. Implica equilibrio, alerta moral y serenidad mental.
En 1ª Corintios. 16:13 dice “Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos”. En otras palabras, no pierdas la cabeza. Esta es una orden para permanecer estable e impulsa las tres órdenes siguientes.
2-SOPORTA LAS DIFICULTADES:
En tiempos de enfermedad, sufrimiento, prueba o tentación, no permitas que las dificultades te hagan abandonar al Señor. En
Santiago. 1:12. dice “Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman”.
Vendrán tiempos difíciles para los cristianos pero tenemos la garantía de que Dios está con los que le aman.
3-DEDÍCATE A LA EVANGELIZACIÓN:
Todos estamos llamados a hacer esta parte y no solo los “evangelistas” que se dedican a este ministerio. En Mateo. 28:19. Jesús dijo “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”.
Predicar el Evangelio simplemente significa explicar claramente lo que Dios ha hecho a través de Cristo a favor de los pecadores.
4-CUMPLE CON TU TAREA:
Fuimos creados por Dios para un propósito. Nadie está aquí por coincidencia sino con una tarea para realizar a favor de Dios y su reino. En 1ª Timoteo. 4:15. dice “Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos”. El que anda ocioso/a generalmente busca atajos, comete errores, critica y estorba.
A la mayoría de nosotros nos gusta que se nos diga que no tenemos que hacer mucho esfuerzo y que las bendiciones de Dios caerán sobre nosotros como por arte de magia.
Es más, buscamos este tipo de mensaje en la iglesia y si no lo recibimos nos mandamos a mudar.
La sana doctrina comienza con poner orden a nuestra mente. Debemos permanecer firmes en nuestra fe, no permitir que pensamientos del “evangelio fácil” invadan nuestra mente. Para lograr esto es necesario cumplir con la tarea que Dios nos ha asignado.
Dedicarnos a la evangelización con fe y con obras es una orden, no una sugerencia. Haciendo esto también podemos estar seguros que vendrán dificultades pero igualmente tenemos certeza que Dios nos dará las fuerzas para soportarlas.